El fascismo asoma en nuestros barrios a modo de paracaidista, sin siquiera saberse el nombre del distrito.
Sus carpas para expandir su discurso de odio se encuentran con las preguntas de nuestras vecinas, que les preguntan por su proyecto para un barrio al que califican de vertedero multicultural; Su respuesta: Llamar a sus amigos de servicio, la policía, como siempre al servicio del fascismo, y el fascimos como siempre, con miedo a las preguntas del pueblo.
NO PASARÁN