El 2 de febrero de 1980 un comando fascista vinculado a Fuerza Nueva
secuestró y asesinó a Yolanda, que acababa de cumplir 19 años. Yolanda vivía en la calle Tembleque, era estudiante de FP y trabajadora doméstica.

Miembro del Partido Socialista de los Trabajadores, quería una vida mejor y
más libre para todas y todos en España y en el mundo. Era socialista
internacionalista y participaba muy activamente en la Coordinadora de
estudiantes de Enseñanza Media y Formación Profesional.

Los fascistas la mataron por lo que ella era. No soportaban a una mujer activa, joven vasca instalada algo antes en Madrid, socialista revolucionaria, capaz de hacerles frente desde la rebelión que estaban protagonizando las y los estudiantes de Enseñanza Media y FP.
Hoy hay demasiados que comparten con los asesinos esos mismos odios. Aquí y en muchos otros países; incluso gobiernan grandes Estados.
Por eso, reivindicar hoy a Yolanda, desde nuestra diversidad, es también una manera de luchar por nuestro hoy y nuestro mañana. Son una peste reaccionaria y, desde nuestra diversidad, nos unimos para derrotarles, a ellos y a sus odios.
Las vecinos y vecinos conseguimos que en nuestro barrio hubiera unos
Jardines de Yolanda González Martín. Los hemos protegido, cuidado y
limpiado contra los ultraderechistas que los han asaltado en varias ocasiones.
Y nos hemos organizado, en nuestra diversidad, en la Asamblea Yolanda
González Martín, no por nostalgia, sino por respeto a quien fuera vecina
nuestra y porque nos inspira en la lucha que hoy tenemos que llevar para defender y ampliar los derechos sociales y los derechos civiles, por un mundo diferente, justo y libre. Nuestro homenaje es una acción de lucha por el presente.